Reflexiones del año 2023 de un escritor de bolsa
La no esperada lectura navideña que no tenía pensado publicar
Como anuncié hace una semana, hoy quería publicar una lectura navideña. Tenía a medias un escrito de un desglose de una magnitud financiera (el PER, nada nuevo) y tenía un formato parecido al de las demostraciones de Michael Faraday, en la Royal Institution de Londres, que daba durante las mismas festividades.
Con el post ya a medio camino, decidí tomar un poco de aire y leerlo entero. Lo encontré absurdamente aburrido.
Espero que te guste este artículo, pero antes de continuar quiero comentarte una cosita. The Money Glory es un medio dedicado a las situaciones especiales de la bolsa (spin-offs, arbitrajes…). Si quieres recibir información en profundidad sobre estos temas, te animo a que te suscribas:
Hay que ser un verdadero maestro en palabras y cifras, para elaborar una demostración escrita de este calibre. Y considero que a mi aún me faltan años de recorrido para convertirme en un gran divulgador financiero, si algún día llego a serlo.
Por enésima vez, abandoné el escrito.
Pensar, escribir y hablar de finanzas, no se parece en nada en hablar de gastronomía, deportes o series de televisión. Aunque hay quienes comentan la bolsa con una gran dosis de adrenalina, hay que tener en cuenta que cargan con una gran responsabilidad.
Si las personas te hacen confianza, que les hagas malas recomendaciones puede ser fatal para su bolsillo. O, dicho de otro modo, no es lo mismo recomendar a tus lectores que usen ajo para el pollo al horno, que indicar qué fondos de inversión son buenos, y otros malos.
En el primer caso, le estropeas una comida. En el segundo, le puedes borrar los ahorros de toda una vida. Y esto son muchas comidas estropeadas.
Primeros artículos
Hace casi 16 años que escribí mi primer artículo financiero, en un blog que llevaba el extraño nombre de The Money Glory. Empecé fuerte, con un comentario sobre el petróleo, en el contexto económico del año 2008, a seis meses del pinchazo de la burbuja financiera.
Ese texto es un aberración. Roza el mal gusto de lo malo que es.
Como todo lo que hice en los primeros años, mi comentario sobre el petróleo era una vaga opinión. En este caso, sobre la volatilidad de los precios en los mercados energéticos. Ahora lo leo y no sé ni de qué estaba hablando, ni cuánto tiempo me llevó a escribirlo.
Al escribir para amigos y conocidos, y al estar tan verde en materia de análisis, mis textos eran breves. Mis análisis superficiales. Y sacaba conclusiones rápidamente. Y ello era la base para invertir mis ahorros.
Estudiaba todo tipo de empresas (en esto no he cambiado). Pero también invertía en muchas de ellas. Y este comportamiento me terminaba poniendo en más de un apuro, acumulando valores en cartera que no valían ni un duro.
¿Alguien se acuerda de Orchard Supply? Era el tipo de empresas que me gustaba entonces. Solo porqué era un spin-off y sonaba bien, invertí en ella. Después el azar hizo que la inversión fuera mejor de lo que esperaba. En esta operación la suerte jugó en mi favor. Pero en mi historial me apunté muchos fracasos.
Análisis publicados en The Money Glory
Con el tiempo he seguido analizando muchas empresas y escribiendo sobre ellas. Primero de todo, soy analista financiero, pero también soy un escritor con un buen número de textos económicos a mis espaldas.
Este año, en The Money Glory, he publicado:
33 boletines de situaciones especiales, faltando a la cita solo por vacaciones de verano y algunas festividades, como el pasado puente de la constitución.
18 análisis de spin-offs nuevos, estudiando empresas desde cero.
Además de otros artículos, dedicados a contenido tan diverso como el cálculo de los impuestos, hasta el estudio de oportunidades en empresas que se están recuperando.
Por suerte, y a diferencia de hace más de diez años, ahora soy menos de gatillo fácil.
Si escribo sobre una acción, no voy a comprarla inmediatamente. Por esto, en esta web no hay “tesis de inversión”. No todos los artículos están repletos de fundamentos (o excusas) para invertir en las compañías analizadas. Pues, con los años, además de ser más conservador, también soy consciente que las buenas ideas, van escasas.
Prueba de ello es que de los spin-offs estudiados en 2023, solo me interesé por tres. Y no invertí en ninguno de ellos. No por falta de ganas, sino porqué los encontré demasiado caros.
Si he invertido, en cambio, en algunos turnarounds comentados. Y, en un caso excepcional (Medpace), invertí en una empresa competidora de un spin-off analizado. Podría decirse que fue una idea que surgió como colateral.
De verdad que soy el primer interesado en que todos mis escritos se conviertan en una inversión, con un rendimiento espectacular. Pero, así como a un explorador no le puedes exigir que encuentre unos gramos de oro exactos por palmo de tierra, tampoco puedes pedirle a un inversor que encuentre una buena empresa cada mes.
Equivocaciones y muy buena suerte
Falta una semana para empezar el 2024, y ya puedo confirmar que la bolsa ha experimentado un buen año. En verano ya auguré que sería un ejercicio de buenos resultados. Pero, con las subidas recientes - etiquetadas como “rally navideño” - la cartera de cualquier inversor diversificado ha sumado unos cuantos puntos porcentuales más.
En mi caso, he tenido muy buenos valores (M-tron, LGL, Medpace, Clínicas Baviera…). Pero también baches significativos, como el fracaso del arbitraje en la adquisición de Tower Semiconductor. A pesar de ello, el promedio es un buen beneficio y, si no hay un gran sobresalto, mi cartera cerrará en verde este año.
La verdad, uno NO tenía que ser un lumbreras para conseguir beneficios en 2023. Con un poco diversificación y haber estado en bolsa, había más que suficiente. Aún así, los auténticos cracs fueron los gestores de fondos de inversión indexados. Los mismos cuyo mayor trabajo es invertir en ETFs de índices, como el Standard & Poor’s 500.
Esto sí es vivir de gorra! El índice americano, por ejemplo, sumará un beneficio de más de un 20% este año. Los fondos de inversión también ganarán. Pero, eso sí, los gestores descontarán a sus clientes hasta un 9% o 10%, en concepto de comisiones de éxito. Por haberlo hecho “tan bien”.
Si lo multiplicas por unos cuántos millones de patrimonio, sale una compensación más que decente. Lo indecente es tratar de burros a los clientes y decirles que el mérito de ganar en una bolsa alcista es suyo.
Planificar el 2024, ¿para qué?
Un buen comentarista de bolsa decía hace unos días que para 2023 ya está todo hecho. Ahora toca sentarse y disfrutar de las vacaciones. Además, añadía que las aguas han vuelto a su cauce, tras la volatilidad económica provocada por el coronavirus en 2020.
Si no hay una eventualidad (un giro de guion, un cisne negro…), estamos en un extraño momento de calma en los mercados financieros. Aunque en lo geopolítico es otra cosa…
Quizás el tal comentarista tuviera toda la razón. Ha sido un año de mucho trabajo, pero bien recompensado. Solo con repetirlo, pero haciéndolo un poco mejor, cualquier inversor podrá sacar tajada del ejercicio que nos espera.
Solo es cuestión de evitar las empresas de moda - no hace falta decirlo, cualquier cosa que lleva ChatGPT ahora es objeto de culto - e invertir en fondos con comisiones de administración/éxito moderados.
Por mi parte, solo me queda dar las gracias a todas las personas que me han dado su soporte, a lo largo de este y muchos años, para que este proyecto funcione. Así como también a los inversores e inversoras que han compartido ideas, opiniones y, alguna vez, también me han dado un toque, si me estaba equivocando.
A todas ellas y ellos, muchas gracias por estar aquí y compartir este pequeño espacio de ideas.
Os deseo un molt bon nadal y un cálido abrazo desde Vic, la ciudad dónde en invierno la niebla es la verdadera protagonista.
Joan Anglada Salarich
Bon Nadal,Joan. I un 2024 amb inversions d'éxit!!