Un resumen del fantástico modelo de negocio de la televisión por cable
Qué hay detrás de los imperios de estos grupos de telecomunicaciones
Comcast, Charter, Altice, Mediacom o Cable One, son corporaciones de televisión por cable que han conseguido convertirse en monopolios. También ofrecen una oportunidad de inversión. La capacidad de mantener su cuota de mercado y las economías de escala son sus ventajas competitivas principales.
Históricamente, la ondas de televisión se propagaron a través de las grandes ciudades. En Estados Unidos, Nueva York y Chicago concentraban los estudios de televisión. Dónde había un mayor densidad de población y audiencia.
En cambio, en las regiones rurales del país tardaron en llegar las ondas. Se trataban de nichos de mercado sin cubrir por las primeras cadenas de televisión. Años después de la Segunda Guerra Mundial, algunos emprendedores vieron esta necesidad. Y fue cuando empezaron a lanzar el cable.
El modus operandi de estos empresarios empezaba por invertir un suma muy alta en la infraestructura. Necesitaban grandes antenas para recibir la señal. También todo un sistema para transformar y distribuir estos datos a todos los hogares. Estos pagaban una suscripción por el servicio. Al tratarse de cable, esto dio nombre a las "empresas del cable".
Bob Magness fue uno de los pioneros, quién fundó Telecommunications Inc. (TCI). Esta estuvo dirigida por John Malone y adquirida años más tarde por AT&T. La familia Roberts creó Comcast en 1963 y aún tiene el control de la compañía. Mientras que Charles Dolan fundó Cablevision, que vendió años más tarde a Altice.
Espero que te guste este artículo, pero antes de continuar quiero comentarte una cosita. The Money Glory es un medio dedicado a las situaciones especiales de la bolsa (spin-offs, arbitrajes…). Si quieres recibir información en profundidad sobre estos temas, te animo a que te suscribas:
Los pros y contras de la televisión por cable
La dinámica del modelo de negocio de la televisión por cable no ha cambiado mucho desde su nacimiento. Pero si que lo ha hecho su tecnología, la oferta de servicios y la composición de los participantes del mercado.
La propuesta de valor del cable es todo el catálogo de contenidos, que ofrece a través de sus canales. Aunque esto depende de cada red de televisión (broadcasting) con quién está asociado el operador de cable. Los broadcasters más importantes de Estados Unidos son ABC-Disney, NBCUniversal, Fox Entertainment o Discovery. En su catálogo de canales encontramos canales temáticos como la MTV, Cartoon Network o HBO.
Para una empresa de cable, disponer de canales de contenidos es una batalla constante. La audiencia pide deportes, cine, espectáculos, música... Contenidos que ofrecen los broadcasters, pero no a cualquier precio. Estos aumentan gradualmente sus cuotas, sobre todo si conocen de antemano la audiencia de sus programas.
Hasta los años 80, el principal quebradero de cabeza de las empresas de cable era el entendimiento con los broadcasters. Como los dirigidos por Turner, o de Rupert Murdoch. Otras variables que debían tener en cuenta era la inversión tecnológica y la renovación de las concesiones municipales para poder retransmitir.
Las empresas de cable debían seguir las leyes municipales, las estatales y las reglas de la Federal Communications Commission (FCC). Esta organización obliga a los operadores destinar una cuota de canales específicos para las televisiones locales, públicas y educativas. Es lo que se conoce como must-carry y está pensado para favorecer la competencia del mercado.
Hay ocasiones donde el coste de oportunidad del must-carry es demasiado alto para un operador. Supongamos que un operador de cable tiene la disyuntiva de escoger entre emitir el canal Nickelodeon o la estación de televisión local. No puede escoger los dos, ya que el número de canales es limitado.
La preferencia del operador es escoger el canal con mayor número de audiencia. En este caso el canal de Bob Esponja y emitir Nickelodeon. Pero, a cambio, por ley, debe compensar a la estación de televisión pública. Como sistema de defensa de la competencia. Para el operador de cable, este coste es muy pequeño en comparación con los ingresos generados por la programación infantil.
Estas leyes también son el motivo porqué los modelos de negocio de las estaciones locales de televisión son tan lucrativas. Sólo para entrar en competencia con un operador de cable ya tienen el derecho a cobrar un cheque a fin de mes.
En los 80, gracias a la programación de canales como HBO o MTV, las grandes corporaciones se interesaron por el cable. Como explica Mark Robichaux en el libro "Cable Cowboy", la biografía de John Malone, Time Inc, General Electric, American Express y Westinghouse invirtieron en la audiencia de Boston, Chicago, Milwaukee y Pittsburgh.
La amenaza de los grandes conglomerados estuvo acompañado por la diversificación de la oferta de la distribución, a través de la fibra óptica (AT&T), satélite (Dish Networks). Y, en los últimos años, el streaming (Netflix). Para compensarlo, los operadores han invertido en sus aparatos y comunicaciones, para ofrecer un gran abanico de oferta de contenidos, acompañados de servicios de telefonía y, por supuesto, acceso a Internet.
Esto también ha implicado la transformación empresarial, para fortalecer las compañías frente los proveedores y minimizar los costes operativos. A través de fusiones y adquisiciones, el sector se ha reducido. Una pequeña lista de nombres controlan el mercado. La última operación fue la adquisición de Time Warner Cable por Charter1, que posicionó la compañía como la segunda de la lista del sector, detrás de Comcast.
Queda muy lejos la época de los emprendedores que hipotecaban la casa para lanzar un cable en el pueblo. Ahora es un espacio para multinacionales, que con más burocracia y glamour, su objetivo sigue siendo el de mantener el espacio que consiguieron los primeros pioneros de la industria.
Para saber un poco más:
“Charter Communications to Merge with Time Warner Cable and Acquire Bright House Networks”, 26 de mayo de 2015