Apuesta por el "turnaround" de DIA
Idea de inversión en la recuperación del negocio del grupo de supermercados
De las cartas que publican las gestoras de fondos de inversión, siempre leo las del equipo de Horos Asset Management. Me gusta la primera parte de estos documentos. La más literaria. Dónde Javier Ruiz hace una reflexión sobre las dinámicas de los mercados, el contexto económico internacional y la gestión de patrimonios.
El resto de la carta la encuentro menos interesante. Más adelante describe las características de las empresas que entran. Y, también explica, los motivos porqué venden otras compañías. Con algunos de sus análisis estoy de acuerdo, con otros no tengo suficiente información y, con algunas ideas de inversión, estoy en el lado opuesto.
Finalmente, la última parte de sus cartas, es la más susceptible de ser criticada. Es dónde informan del performance de sus fondos.
Este apartado es dónde deben quedar bien con sus accionistas y realzar sus fortalezas. Por esto, desde que el antiguo equipo de Metagestión se trasladara para formar esta gestora, se empeñan en informar de la rentabilidad que ha obtenido el equipo. Pues, en realidad, es mejor de lo obtenido con los fondos que están vendiendo ahora.
También añaden el precio potencial de sus inversiones. Lo que calculan que valen actualmente sus empresas, en comparación con lo que están rindiendo en bolsa. Un dato completamente subjetivo que, en verdad, es pura fantasía. Debido a este tipo de detalles1, me tomo estas cartas como pura literatura epistolar2, que habla de inversiones, finanzas y economía. En lugar de ser una fuente informativa, a la que deba dar el cien por cien de crédito.
Un turnararound llamado DIA
A pesar de lo dicho, sigo informándome de las posiciones de moda. Lo que les va a los gestores con un poco de caché. Y, en el último documento de Horos, me llamó la atención de una pequeña posición, incorporada en su fondo nacional: la Distribuidora Internacional de Alimentación, conocida también como DIA.
DIA es una cotizada española, cuyo negocio principal es la gestión de supermercados, y que en su momento formaba parte del grupo francés Carrefour. Se incorporó en bolsa mediante una escisión de acciones (un spin-off) y, tras una breve andadura en solitario, le empezaron a salir mal las cosas.
Entre 2018 y 2020 sufrió un grave desequilibrio patrimonial; se acusó a la dirección, junto con el auditor, de manipular las cuentas; y, como carroñeros con afán de quedarse con lo que quedaba del muerto, hubo una fuerte disputa entre fondos y entidades financieras, con el objetivo de obtener la mayor participación en el capital.
Justo en medio de este período, tuve la oportunidad de revisar las cuentas para un curso de bolsa que estaba dando. Alguien propuso esta empresa para analizar. Precisamente, porqué su cotización estaba dando bandazos como un chicharro, y en los medios se hablaba diariamente de situación.
En aquél momento, la expectativa de que algo iría mejor, quedaba muy lejos. Todo estaba por hacer. El desequilibrio patrimonial aún estaba por solventar. No había ningún pacto con acreedores para mejorar los términos de la deuda. Y, la empresa, contaba con algunas líneas de negocio que podían venderse, pero seguían operando bajo su marca.
Tras un análisis a conciencia de los motivos porqué habían llevado a DIA a aquella situación, me olvidé de la empresa. Pasaron los años hasta que en la carta de Horos, a principios de este mismo mes, mencionaron que apostaban por la recuperación de la compañía.
Si contemplamos la estrategia de Horos, DIA se trata de una rara avis. Ya que se trata de una cotizada muy pequeña (apenas capitaliza 1.000 millones de euros), los ratios de deuda exceden cualquier magnitud conservadora y no sé, hasta que punto, están alineados los mayores socios con los accionistas…
Aunque, esto si, la idea puede clasificarse como una historia de recuperación o turnaround story. Y, para mi cartera, sí que es ideal.
Me puse manos a la obra e hice los deberes. Estudié de nuevo DIA y la situación en la que está sumergida actualmente. Como cualquier inversión hipotética, no es perfecta. Tiene características que me gustan, y otras que no.
Vayamos por partes, lo que me gusta de DIA:
Su reestructuración, a fondo. Para solventar sus problemas, el grupo ha procedido a la venta de negocios (Clarel), segmentos geográficos (Portugal) y tiendas (al grupo Alcampo). Esto le ha permitido la inyección de efectivo, que ha servido para la disminución de la deuda sindicada.
Transición del negocio. DIA está apostando por una transición hacia el modelo de franquicia. Según notas informativas, la compañía ha modificado las condiciones de la relación franquiciado-franquiciador, de modo que sea más atractivo abrir establecimientos de este tipo. En España, ha pasado de tener 924 supermercados con franquicia en 2020, a 1.381 en 2023.
Reestructuración de la deuda. Tras varios años, DIA consiguió a finales de 2024 anunciar la cancelación de la deuda sindicada, que entre otros hándicaps, le obligaba a cumplir con varios ratios, que le estreñían su evolución. Con la cancelación de este tipo de deuda, se libra de estas restricciones. (La nueva deuda, ya veremos…)
Hasta aquí, todo bien. Ahora viene todo lo que no me gusta:
Ventas a la baja. Hasta que no termine la reestructuración, no sabremos cual es la calidad de sus ingresos. Lo que sí tenemos claro es que, debido a las ventas de establecimientos, el volumen del grupo ha caído en picado.
DIA ha tenido sus momentos. Nunca había comprado en DIA hasta que me trasladé a vivir a Barcelona. Allí estuve viviendo durante años encima de dos supermercados. Uno era un Caprabo, el otro un DIA. El primero, no es que tuviera los mejores precios, ni los mejores productos, pero siempre estaba lleno. El segundo, en cambio, estaba limpio e impoluto. En cambio, siempre lo encontraba vacío. Y, los empleados eran unos malcarados. Dicen que la clave de los supermercados es la localización. No estoy convencido de ello (que se lo pregunten al señor Roig…). En conjunto, y me sabe mal decirlo, pero el DIA no sería mi establecimiento favorito.
Como es habitual, tengo muchas más dudas. ¿Y si la recuperación no se termina ejecutando? ¿Y si ya ha llegado a su máximo esplendor? ¿Y si…?
Lo que tengo muy claro es que DIA es una compañía de la que ahora se habla muy poco. Mientras que parece estar dando los pasos correctos. El próximo será mejorar la presencia de la acción, con un split de 1 por 1.000, que convertirá los 0,018 euros actuales, en 18 euros. Esta conversión también la hará un poco más presentable.
Crucemos los dedos y a ver que sale.
Feliz jueves!
PD: Mañana 24 de enero de 2025 la compañía presenta resultados…
Disclaimer: En la fecha de publicación de este artículo tengo acciones de Distribuidora Internacional de Alimentación (DIA) en mi cartera de inversiones.
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Mientras que Horos informa de precios objetivo, o del “performance” del equipo, la gestora decidió hace unos meses dejar de compararse con los índices. Pues, se trataba de un coste muy alto para una gestora muy pequeña (esto me lo creo) y que no resultaba informativo para el inversor (esto es mentira). Otro detalle está en el discurso de Horos con lo que realmente hacen: la fuerte rotación de activos (cada año hay un nuevo valor estrella en su cartera); las compras entre fondos (el fondo Horos Internacional representa un 6% de la cartera del fondo Horos Value Iberia (?)); o de hacer desaparecer, de repente y sin ningún discurso de despedida, aquellos valores que les han dado pérdidas.
Hace muchos años que dejé de tomarme en serio las ideas de inversión de las cartas que tanto había seguido en mi juventud. No me convencen ni Einhorn, ni Ackman, ni ningún otro gestor que tenga un fondo y deba justificar sus decisiones. Siempre ensalzan lo bueno, tapan lo malo, y sus ideas pasan a ser convencionales una vez son hechas públicas.