Revisión de Schmitt Industries, el spin-off de Ample Hills y su fusión con Proton Green
Revisión del último suceso de Schmitt Industries, desde que Mike Zapata cogió el timón
La última semana Schmitt Industries SMIT 0.00%↑ anunció una de las operaciones más interesantes de la temporada. La compañía ha programado un spin-off de su marca de helados Ample Hills, que distribuirá las acciones de la nueva cotizada entre sus inversores. Posteriormente, Schmitt ejecutará una fusión inversa con Proton Green.
Dadas las características de esta transacción, Proton trasladará su negocio de almacenamiento de helio a la estructura de la cotizada. Además de incorporar su nombre y cambiar el ticker. De Schmitt quedarán pocos restos de actividad. Tras la transacción, los accionistas de la antigua compañía representará un 5% de la base accionarial, según su hecho relevante.
Para los que seguimos Schmitt desde hace tiempo, esta operación nos ha sorprendido dentro de ciertos límites. Su consejero delegado Michael Zapata prometió buscar alternativas de inversión para incrementar el valor del grupo. Aunque esta maniobra liquida la antigua compañía, da paso a un nuevo escenario interesante.
A continuación hago una revisión de la empresa y el significado de esta fusión inversa.
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Una “minicap” llamada Schmitt Industries
Descubrí Schmitt Industries en 2016 cuando era una oscura y discreta smallcap industrial. Sus cifras eran poco apetecibles para el inversor conservador. Y mucho menos para aquél que buscara crecimiento en empresas pequeñas.
Según mis apuntes, Schmitt Industries era una empresa dedicada al diseño y producción de instrumentos especializados en medición y reconocimiento óptico. Su volumen de ingresos alcanzaba los 13 millones de dólares anuales y su capitalización estaba por debajo de los 50 millones de dólares.
Por el tipo de actividad, la empresa dedicaba muy pocos recursos a la investigación, en contraste con su estructura de costes. Sus márgenes operativos habían sido negativos en los últimos años y, por otra parte, el equipo directivo liderado por David M. Hudson tenía muchas deficiencias desde el punto de vista profesional y de la experiencia.
Entonces, califiqué a Schmitt como una de aquellas minicaps del montón, que se mencionan en blogs de cazadores de gangas, o en foros de inversión. Entraba en la categoría de potencial multi-bagger por el valor de sus marcas. Aunque, como es frecuente en estas empresas, la mala gestión no le permitía destacar.
Pasaron los años y en verano del año 2020, tras el confinamiento por la pandemia del Covid, Schmitt Industries volvió a ser el centro de atención de distintos foros y en Twitter. A primera vista, ya me di cuenta que la empresa había cambiado significativamente:
En 2018, un inversor institucional llamado Michael Zapata tomó las riendas del negocio, en la expresión máxima del activismo corporativo.
Schmitt Industries vendió Schmitt Dynamic Balance Systems por 10,5 millones de dólares en 2019
En junio de 2020 la empresa lanzó una tender offer para la recompra de un 10% de las acciones, con un gasto máximo de 2,5 millones de dólares.
Schmitt Industries bajo la dirección de Zapata, ex-seal de los Estados Unidos, sufrió distintos cambios drásticos, que buscaban alimentar el valor de las acciones. Ventas, recompras… Desde un punto de vista crítico, debemos resaltar que todo el valor se exprimió de la reestructuración empresarial.
Parecía que la menor preocupación de Zapata era la mejora de las líneas de negocio existentes. Es más, en 2020 la dirección se estuvo planteando la liquidación del grupo, una vez efectuados todos los cambios comentados.
Si no hubieran encontrado una nueva oportunidad estratégica, se habrían retirado las acciones de la bolsa y liquidado los negocios históricos de Schmitt Industries. En lugar de esto se invirtió en una cadena de heladerías llamada Ample Hills Creamery.
La inversión de Schmitt en Ample Hills Creamery
En el otro lado del charco, oímos por primera vez el nombre de Ample Hills el día que Schmitt Industries hizo una oferta de un millón de dólares por sus activos. Entonces Ample Hills era una empresa en suspensión de pagos, cuyo negocio se puso a subasta. Antes, en cambio, había sido un cadena de heladerías de éxito en uno de los distritos de moda de Nueva York.
La historia de Ample Hills Creamery, Inc. se remonta al año 2011, cuando Brian Smith y Jackie Cuscuna abrieron su primera heladería en Prospect Heights, en Brooklyn. El éxito del primera apertura fue tal, que a los cuatro días tuvieron que cerrar por falta de existencias. Como una bola de nieve, la aceptación de los consumidores y el marketing ofrecido por los medios como el New York Times, permitieron la apertura de más locales parecidos a la heladería original.
Entre varios hitos de la compañía, destaca la apertura de una franquicia de Ample Hills en la avenida principal del parque Disney World de Florida. Así como el envío de helados por correo, a todas las regiones de los Estados Unidos.
Este éxito acaparador, con diez heladerías con la marca Ample Hills en funcionamiento, sus fundadores consideraron la inversión en una fabrica de helados propia. Esta instalación permitiría elevar el volumen de producción y, a la vez, aprovechar las economías de escala para rebajar los costes fijos.
Como sucede en los grandes proyectos, el plan inicial no funcionó. El gasto final en la fábrica “Red Hook Factory” fue superior al presupuesto acordado (6,7 millones vs. 4 millones de dólares). Por otra parte, con la mayor fábrica de helados de Nueva York, Ample Hills no tenía el número de heladerías crítico para cubrir los costes fijos de producción.
Con menos de un 40% de la capacidad de la fábrica en funcionamiento, la compañía heladera no llegaba al break even. En lugar de mejorar en eficiencia, el gasto en el capex que supuso la fábrica, erosionó sus cuentas.
Desde la construcción de “RedHook Factory” en 2017, el grupo empezó a perder dinero. En 2019 el volumen facturado fue 10,8 millones de dólares, pero el coste de las depreciaciones, intereses y otros impuestos, llevó a Ample Hills a perder 6,9 millones de dólares. La empresa era incapaz de soportar las deudas y otro tipo de financiación levantada para la inversión en su infraestructura y se acogió al Chapter 11, equivalente al concurso de acreedores.
Fue en el proceso de subasta de los activos, que Schmitt Industries se interesó por esta compañía. Con el exceso de efectivo, ganado a raíz de la venta de SDBS, ofreció un millón por los siguientes activos:
9 heladerías con establecimientos con contrato de alquiler
1 fábrica de última tecnología de producción de helados
Plantilla de personal cualificado
Intangibles: marca y know-how para la producción de helados Ample Hills
Con esta adquisición, desde entonces Schmitt Industries se ha convertido en un conglomerado con dos patas. Una es la industria tradicional formada por las marcas Acuity y Xact. Y, la otra, la cadena de heladerías Ample Hills. Para cada una de ellas Zapata tenía sus propias previsiones, aunque a medida que ha pasado el tiempo se definieron mejor sus intenciones.
Schmitt Industries, Ample Hills y, ahora, Proton Green
Con la nueva marca incorporada en el imperio, Zapata dejó claro que sus objetivos eran: Mantener las antiguas líneas de negocio; sanear Ample Hills; y, en un futuro, buscar nuevas inversiones para ampliar el conglomerado.
No obstante, sanear la marca de helados era prioritario. Pues a partir de su adquisición, se convirtió en un agujero negro, cuyos alquileres engullían la mayor parte de los recursos de todo Schmitt. Para ello, la solución pasaba por incrementar el volumen de producción de la fábrica “RedHook”, mediante la cesión de su uso a otras cadenas heladeras.
Un año después de su adquisición y, después del primer trimestre fiscal de 2021 (junio-agosto), la compañía registró el mayor volumen de ventas en helados: 2,955 millones de dólares. Pero esto no fue suficiente para alcanzar el ejercicio en positivo. En verano de 2021 el segmento de Ample Hills registró pérdidas de su explotación por 1,22 millones de dólares.
A pesar del incremento progresivo de emplazamientos y de producción, se demostró que el saneamiento de este negocio iba a ser más lento de lo previsto. Sobre todo teniendo en cuenta el carácter estacional de su modelo. Y que el pico de ventas solo sucede durante un único trimestre.
El planning de Zapata iba a dilatarse en el tiempo. Y, en bolsa, las acciones de la compañía volvieron a retroceder, tras un período de volatilidad y máximos que habían multiplicado su capitalización por tres, en cuestión de días.
Reflexiones sobre la fusión inversa
Los pasos para sanear e incrementar el valor de las acciones de Schmitt Industries habían sido muy claros. Pero la compañía también dio algunas pistas en signo contrario. Y, a través de sus hechos relevantes, intuimos que aquello de “primero sanear, después consolidar y, finalmente, crecer”, no iba a ser verdad.
La pista más clara fue el anuncio de una carta de intenciones (una LOI) para la venta del segmento de Xact Sciences. Una de las marcas tradicionales de Schmitt. Este era el primer aviso de que seguiría el proceso de venta y reestructuración. Por supuesto, todo el cash derivado de esta venta, se destinaría a la financiación de la cadena de heladerías.
La compañía canceló esta operación, por el rechazo del consejo. Pero, no pasó ni un mes, que Schmitt Industries confirmó la venta de una propiedad en Portland, por 3,2 millones de dólares, y la misma semana de julio, también anunció la fusión inversa con Proton Green. Parecía que si la primera operación corporativa no funcionaba bien, la segunda sería el “plan B”.
Una fusión inversa se caracteriza porqué la compañía objeto de la adquisición toma el mando de la empresa principal. En este caso, la cotizada resultante de la operación se llamará Proton Green. Su negocio estará basado en la producción de helio de sus reservas en 61.500 hectáreas localizadas en Arizona. Entre sus principales clientes, estarán la empresas de electrónica.
Aún no tenemos disponibles ningún documento de la transacción, ni las cifras del nuevo negocio. Per si sabemos que los inversores de Schmitt en esta empresa tendrán un papel insignificante, después del canje. Solo representarán un 5% de la compañía.
Aunque, por otra parte, Schmitt Industries realizará un spin-off de Ample Hills, antes de la fusión. Probablemente, este es el objetivo de Zapata. La compañía heladera se convertirá en una empresa independiente, llevándose 10 millones de dólares en efectivo, por la transacción. Esto servirá de colchón para que el negocio pueda sanearse. Incluso para abrir una o más tiendas en distintos distritos.
Lo que es un misterio, es lo que sucederá con los segmentos de instrumentos de medición e identificación óptica Acuity y Xact. Ni Ample Hills se las llevará en su nueva aventura en solitario, ni Proton Green las ha mencionado en ningún momento en su nuevo escenario. Esto nos confirma que el proceso de destrucción de la antigua Schmitt Industries está a punto de culminar.
Conclusiones y documentación
Llevo muchos años siguiendo esta compañía, y entre la documentación de este escrito está una entrevista que le hicieron a Michael Zapata sobre su estrategia de inversión, gestión de negocios y activismo. Aunque en la evolución de Schmitt le veo muchos flecos, sus explicaciones las encontré muy interesantes. Os la recomiendo:
Mike Zapata - The Darkest Night: Lessons from Battle and Value Investing
Otra información destacada:
Proceso judicial de concurso de acreedores de Ample Hills
Q&A con Michael Zapata, 9 de diciembre de 2020