Del 30 al 3, el desastre de SunEdison
Del amor al odio hay una línea muy fina y en la bolsa también se demuestra. Durante los últimos días, este sentimiento se ha notado en la cotización de SunEdison. La mayor empresa de fabricación e instalación de parques solares del mundo, ahora caída en desgracia.
En cuestión de meses, el precio de las acciones de SunEdison ha bajado de los 30 a los 9 dólares. La estocada final fueron los resultados trimestrales. Nefastos. La compañía informó de 11.627 millones de dólares de deuda. Entonces la cotización si hundió hasta los 3 dólares. Las obligaciones financieras del grupo multiplican por ocho sus recursos propios.
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Las posiciones de los hedge funds han confirmado la desbandada de inversores de referencia. Leon Cooperman (Omega) o Dan Loeb (Third Point) se han bajado del barco. En cambio, Greenlight Capital ha reducido su posición, pero sigue al frente como accionista con la participación mayoritaria.
Durante una temporada se apodó a SunEdison como "el hotel de los hedge funds", ahora a las redes sociales ya se habla de SunEnron. Y este no es el mejor piropo que se le pueda hacer a una empresa.
Solo John Hempton, de Bronte Capital, fue favorable a la empresa cuando la cotización se hundió. En su blog, Hempton informó de la compra de acciones a 9 dólares.
Según este inversor, SunEdison era una buena apuesta, solo si su consejo de administración conseguía reaccionar a tiempo y el consejero ejecutivo, Ahmad Chatila, dimitía y dejaba paso a una dirección más conservadora y menos imaginativa. También criticaba el proceso de expansión del grupo, demostrado a través de adquisiciones masivas, la falta de comunicación empresa-inversor, y de las peculiaridades de la actividad de SunEdison; con un mayor parecido a un grupo financiero que a un instalador de placas solares.
Si las sucesivas afirmaciones de Einhorn sobre las características excepcionales de la compañía no aportan confianza, menos lo hacen los últimos escritos de Hempton. El gestor de Bronte Capital empieza a firmar sus artículos con un "Long SunEdison (unfortunately)", un comentario que pone los pelos de punta.