De dónde sale la energía de las acciones de Monster?
Wall Street ha comprado la historia de las bebidas y ha transformado enérgicamente el valor de las acciones de Monster Beverage en los últimos cinco años. La promesa de la entrada con fuerza en el mercado chino, la introducción de nuevos productos, las últimas movidas de su sector y la asociación con Coca-Cola, son algunos de los factores que habrían influido en esta revalorización de sus acciones, y que Citron Research no compra.
La página de análisis bajistas (y sensacionalistas) Citron vuelve a la carga con "The Montser Created by Wall Street". Después de desmontar el esquema de la empresa farmacéutica Valeant, esta vez el objetivo es Monster, la marca de bebidas energéticas, conocido con el estridente logo de color verde y negro.
Un vistazo rápido al gráfico de la compañía demuestra que los accionistas primerizos se habrían embolsado una rentabilidad de un 500%, en los últimos años, y la tendencia sigue al alza.
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Montser se mueve en un sector dónde, principalmente, la marca y las economías de escala juegan a su favor. No hay otra ventaja competitiva dónde sostener este negocio a largo plazo. El margen de vender una bebida en un mercado lleno de otros nombres es muy pequeño, y solo la expansión comercial puede compensar esta debilidad.
La antigua Hansen's Natural apostó por esta expansión con su cambio de nombre por Monster Beverage, en 2012. Ese mismo año sus acciones se incorporaron en bolsa, en el Nasdaq. Desde entonces, los ingresos de la compañía crecieron un 90% y, como es costumbre, Wall Street se entusiasmó con su evolución, pidiendo más y más.
Según Citron, esta sobrevaloración se traduce actualmente en un Valor de Empresa por Ingresos de de 9,4 veces. Mientras que el promedio del mercado (calculado a partir de Coca-Cola, Dr. Pepper, Green Mountain Coffee y PepsiCo) solo es de 3,3. Usando la adquisición corporativa de Green Mountain Coffee como referente, los analistas de Citron valoran las acciones de Monster a 80 dólares, un 30% por debajo de la capitalización actual de mercado.
Aún así, las comparaciones son complicadas, debido a las características particulares de Monster. Su negocio se desarrolla sólo en el segmento de bebidas energéticas y frutales, al contrario que otros competidores, como PepsiCo, que se ha diversificado a través del sector alimentario con la marca de patatas Lay's. O Green Mountain Coffee, que desarrolló las máquinas de café Keurig.
¿Puede Monster superar las expectativas con estas cifras?
Probablemente, los inversores sigan buscando la nueva Coca-Cola. Al fin y al cabo, la fábrica de la fórmula secreta no solo es un referente para los productores de bebida, sino también para cualquier empresa que quiera desarrollar una marca, expandirse a través del territorio, establecer relaciones con sus proveedores...
Justamente, la asociación formada con Coca-Cola, anunciada el año 2015, no transformó a Monster, pero si que explosión las fantasías del parqué (y sumó inmediatamente 25 dólares a sus acciones).
La inversión de Coca-Cola en Monster
El mes de junio de 2015, Coca-Cola Company anunció la adquisición de una participación de un 16,7% del capital de Monster. A través de un partnership, la empresa de Atlanta pasó a ocuparse de la distribución y comercialización de los productos no energéticos de la segunda. Esto representó la entrada en el catálogo de bebidas de Coca-Cola de Hansen's Natural Sodas, Peace Tea, Hubert's Lemonade y Hansen's Juice Products.
Por otro lado, fruto del mismo trato, Montser Beverage incorporó toda la sección de bebidas energéticas de Coca-Cola a su lista de productos. A partir de entonces, la multinacional fue la responsable de las marcas más "vitamínicas" del mercado: NOS, Full Throttle, Burn, Mother, BU, Gladiator, Samurai, Nalu, BPM, Play y Power Play.
El mercado aplaudió la noticia. Incluso podría decirse que interpretó la operación como un primer paso hacia la adquisición de Monster. Citron cambia radicalmente esta idea. En el documento explica que mediante este partnership Coca-Cola se aleja de la imagen nociva que tienen las bebidas energéticas y es una vía de transferir el riesgo.
Por esto, la gran multinacional está renunciando a un segmento de negocio que, en Estados Unidos, está seguido minuciosamente por el gobierno y las agencias de regulación. Además, en los últimos años, se ha confirmado que sus productos han provocado daños en la salud de sus consumidores, sobretodo los adolescentes, su público objetivo.
Monster se enfrenta a varias amenazas, por el producto que comercializa: el gobierno norteamericano puede mover los hilos y dar más poderes a la agencia de regulación de los alimentos y bebidas (la FDA) para que los vigile de cerca. Por otro lado, puede limitar la edad legal de consumo. Esto, para Monster, supondría perder la mayor cuota de mercado, ya que las campañas más agresivas de marketing están dirigidas a la gente joven.
Por esto, Coca-Cola prefiere ser la bandera y marca del espíritu de Navidad, la sensación de vivir y la felicidad. Con la venta de agua natural hasta la Fanta. ¿Por qué tendría que enredarse con los más punks de su mercado?